Localización:
Autor: Murillo
Fecha: 1660 h
.Museo: Museo del Prado
Características: 123 x 101 cm.
Estilo: Barroco Español
Material: Oleo sobre lienzo
Análisis y caracteres:
Murillo domina con gran maestría la anatomía y expresión de los niños, creando numerosas obras con temas infantiles.
En este caso la paz y serenidad que transmite la expresión del niño con el cordero es la consecuencia de la intención del pintor de transmitir el gozo que proporciona al creyente su devoción. La imagen representa al niño Jesús como buen Pastor que cuida de sus ovejas. Podemos ver al niño Jesús situado en un paisaje con una referencia arquitectónica al fondo, sentado y dirigiendo su mirada hacia el espectador. En la mano izquierda acaricia al cordero y en la mano derecha lleva la vara del pastor. El cordero dirige también la mirada hacia nosotros como el niño.
Su estructura está compuesta con una pirámide característica del Renacimiento mientras que la vara y la pierna se ubica en diagonal como podemos ver una característica de esta época. La atmósfera esta creada gracias a la iluminación y el colorido que nos recuerda a la escuela veneciana.
Técnica:
La pincelada es desecha y suelta. Los contornos son difuminados por el efecto de la luz empleada. La gama de colores que más se utilizan es la de los colores fríos, que cada vez se van haciendo más transparentes. El color tiene mucha importancia en la composición (influencia de Rubens) . La luz es de tipo natural, de procedencia ambiental, clara y serena, va asociada al color.
Símbolos:
El rostro del Niño es muy bello y de encanto natural, un rostro que resulta muy cercano y cariñoso. La función de la composición es didáctica, para que la sociedad conozca el evangelio; el autor consiguió sus objetivos por que sus representaciones religiosas fueron muy apreciadas a nivel popular y eclesiástico. Esta compuesta en el estilo Barroco Español, de tema religioso. Donde se compara al Cristo con el Buen Pastor que da su vida por sus ovejas.
Contexto:
Su autor es Bartolomé Murillo, pintor sevillano que desarrolló su actividad en su ciudad, que renuncia a ir a la Corte a Madrid. Sus principales obras fueron hechas para las hermandades sevillanas. Era un gran devoto, al que la vida le golpeó severamente por que perdió muchos hijos, pero a cambio gozó de gran popularidad como pintor. Sus obras se conservan hoy en día muchos museos, iglesias y conventos, aparte de sus muchísimas reproducciones por imprenta en hogares populares. Su etapa artística se divide en tres fases: periodo frío (Sagrada Familia del pajarito. 1.649); periodo cálido ( S. Antonio de Padua y el Niño Jesús. 1696) y periodo vaporoso en que se encuadra entre otras la obra comentada de Buen Pastor.
El siglo XVII en España es un siglo de crisis, por que ya no llega el oro y la plata de América. El gobierno lo ejercen los monarca de la dinastía de los Austrías ( Carlos IV), que delega la tarea de gobernar en el Conde Duque de Olivares; la sociedad es estamental y quienes peor lo pasan son las clases populares, que sufren hambruna y miseria. Destaca como ciudad importante, aparte de Madrid, Sevilla, cuyo puerto la convierte en un gran mercado de arte y de exportación e importación de productos de America.
Antecedentes: -------
Consecuentes: Niños comiendo empanada, de Murillo.
Trabajo realizado por: Marina Tarragona Ruiz